domingo, 8 de julio de 2007

......

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Termina por cansar,
y ya no sólo es pena sino hastío

y el hastío es tan lento.







Este hastío es tan lento,
acá se acurruca
así se duerme,


paciencia que cala:


esperamos quietos mientras nos traga.


Estoy ya tan cansado que ni siquiera esto me saca el hambre,
pero un hambre hecha de fibras
apretadas contra mi estómago.





Empecé a entender esto del vacío:
hay como una fuerza que nos tira la cabeza hacia adentro de los hombros
pero también se acurruca en esta barriga

con lo cual
la misma fuerza
nos adorna con los mismos avatares la nuestra entraña:
estos riñones,
mi estómago,

el mismo vacío
que chupa
todo hacia adentro.


Además

de alguna manera

me es imposible desvestirme del todo

algo queda siempre prendido al cuerpo,
pienso que es por esa fuerza
que todo lo quiere contra sí,
todo lo abraza,

hacia sí,

todo lo abraza,
así
así,
Ay


todo un abrazo


así

hay

todo este abrazo.




Qué parecidos estos vértigos

el de la quietud espesa y el vacío
el del polvo veloz, descontrolado,

hay el polvo

ay

así, así

ay el polvo.

Y hay una prenda que está siempre en el cuerpo
ahora que esta fuerza se acomoda

entonces justo ahora,
escribiendo esto,
pienso que desprenderse es desvestirse

prenda

por

prenda

de los colores y las formas
y los géneros
de otro

y pienso también
que es tan otra cosa,

puesto que prefiero desvestirme
tantas veces,
ay,

antes que desprenderme.
.
.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

vos y esta poesía son insoportables.


y un par de cosas más.

Anónimo dijo...

eso es porque estás vestida D.