martes, 30 de marzo de 2010

Una canción que dice golpe, dice fiebre y dice nada

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Hay hombres serios, de moral gastada
ahí donde el hambre es golpe, fiebre, nada
y es peligroso el odio adormecido
de sus palabras cómplices calladas.

Y sus mujeres cumplen el mandato
de las mujeres adobando el aire
en una casa llena de muñecos
de porcelana y vidrio, de ser madre.

Hay un costado roto, descosido
y en la vereda duerme
y no descansa,
porque los golpes son de fiebre espesa
hecha del hombre que no dice nada.

Hay hombres rotos
hay mujeres santas
hay ritmos blandos, cumbia ralentada
de donde el tiempo mide los cuchillos
y el hambre es filo
y sangre la palabra:

no acaba el golpe y sigue haciéndose ecos
de una memoria con la frente helada
porque la fiebre, cuando no arde y crea
es frío olvido que no alivia nada.

Y así los mártires llevan en los huesos
el frío triste de los que son agua
y corren hoy por esta calle vieja
donde otros cuerpos flotarán mañana.

1 comentario:

Choclito dijo...

es hermosa esta canción san